El alfabeto del universo

LAS MATEMÁTICAS SON EL ALFABETO DEL UNIVERSO

¿Qué matemáticas tienen en común una burbuja, una pelota, la Luna y una naranja? Fácil, todas son redondas. Por tanto la respuesta es… ¡la esfera!

¿Qué patrón matemático relaciona a las rebajas, las comisiones de los bancos y las pendientes de las carreteras? Ummm… pensemos… los escaparates durante las rebajas están llenos de atrayentes –30% , –40%, –50% de descuento; los bancos ofertan hipotecas con 0%, 0,5%, 1% de comisión; las señales de tráfico en puertos de montaña avisan de que la carretera tiene un 5%, 10%, 12% de inclinación. Por tanto el patrón es… ¡el porcentaje!

¿Qué comparten las estrellas, las mariposas, los patos, los signos del zodiaco, las parabólicas, la miel, los misiles, el ADN, los ríos, el reggaetón, los perros, el microondas, el arcoíris, las guitarras o la estatura? No lo dudes… ¡las matemáticas! ¿Pero qué exactamente dentro de ellas? Si quieres saberlo, habrás de esforzarte…

Las matemáticas no son tan distintas de cualquier otra disciplina. La música, la danza o el tenis requieren un esfuerzo previo antes de disfrutar con los resultados.

¿O es que puede alguien tocar el “Para Elisa” al piano sin haber trabajado duramente sus acordes? ¿Baila alguien el “Lago de los cisnes” sin dedicar interminables horas a sus ensayos? ¿Gana alguien un torneo de tenis el primer día que coge una raqueta? El problema es que con las matemáticas se describe el universo, pero no te dan un Óscar a la mejor banda sonora, ni llena uno el Teatro Real de aplausos y mucho menos se alza nadie con el trofeo de Roland Garros, es decir, no parece que haya una meta idílica que focalice nuestra energía colmándonos de endorfinas y desgraciadamente, en la mayoría de los casos, el aprobado del boletín de notas no es razón suficiente para tanto esfuerzo. ¡Qué fácil es enseñar a alguien que necesita aprender! ¡Y qué difícil es crear esa necesidad!

Pocos niños en la escuela cuestionan la utilidad de sumar, restar, multiplicar y dividir… claramente porque los algoritmos de cálculo de las cuatro operaciones básicas son inmediatamente aplicados por el infante en esta sociedad mercantil que llamamos “progreso”. Sin embargo, no sucede lo mismo cuando el temario sube de nivel y el horizonte de “lo cotidiano” se desdibuja hasta desaparecer. Entonces la motivación por aprender se evapora tan rápido como se llena un folio de cuentas inservibles. ¿He dicho inservibles? No. Aparentemente inservibles, quizás.

TODO lo que se estudia en matemáticas tiene sentido y TODO se enseña con un objetivo bien definido. El error del docente es no mostrarlo adecuadamente. El error del alumno es no tener la paciencia suficiente para poder llegar a emplearlo.